Sacar adelante una innovación en el Perú es todo un desafío y eso lo sabe muy bien Manuel Chávez Ruiz, investigador del Instituto Nacional de Salud (INS), quien junto a su equipo ha diseñado y fabricado un sistema que mide la capacidad de protección, filtración y respirabilidad que tienen las mascarillas.
Esta tecnología pionera en el Perú, que contó con el financiamiento de Concytec, consiste en un dispositivo que hace tres mediciones: el nivel de filtración de partículas microscópicas (diminutas menores a 10 micrómetros), el nivel de respirabilidad y la protección respiratoria cuando una persona tiene puesta la mascarilla.
Manuel Chávez, líder de esta investigación, explica cómo se utiliza este sistema, desarrollado hace 8 meses, y cuyas mediciones han servido para tomar medidas frente a la pandemia del Covid-19.
“Uno de sus principales aportes de este valioso equipo es que sirvió para que el Gobierno decrete el uso obligatorio de la doble mascarilla. Después de las pruebas y previo estudio concluimos que en un 74% se incrementa el nivel de protección de la persona que usa doble mascarilla (una quirúrgica y una de tela),” señala Chávez, investigador del INS, institución que cumple este 23 de julio 125 años.
Mide la filtración de partículas microscópicas
El equipo consiste en una cámara cerrada, donde se coloca la mascarilla quirúrgica o tipo KN95, luego se inyectan aerosoles (partículas diminutas menores a 10 micrómetros), se fuerza para que pasen por la muestra (es decir la mascarilla) y se mide las partículas que logran pasar y las que no, eso arroja un porcentaje de filtración.
Esta medición, señala el investigador, evalúa si el material de las mascarillas retiene o no las partículas microscópicas. De acuerdo a la investigación, las eficiencias de filtración de partículas (EFP) son muy buenas para ambos casos, 99% para el caso del respirador KN95 y 97% para la mascarilla quirúrgica.
Mientras que la eficiencia de la mascarilla de tela es muy pobre, menor solo un 10%.
Mide el nivel de respirabilidad
Este dispositivo también se encarga de medir el nivel de facilidad y comodidad de respiración del usuario. “Lo que se hace es cambiar el porta muestras y adaptarlo. Es importante este parámetro, porque si la mascarilla no es la adecuada, una persona hasta se puede ahogar por no respirar bien.
El caso contrario es que sea muy suelta y la protección es mínima porque todas las partículas van a pasar y corren el riesgo de contagiarse con el virus”, explica Chávez, químico del Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente para la Salud-CENSOPAS del INS.
Por último, la tercera medición es el nivel de la protección respiratoria cuando una persona tiene puesta la mascarilla.
“La persona se pone la mascarilla, se conecta una sonda al equipo que hemos desarrollado y otra que va al aire así medimos las partículas internas y externas. También, incluye el nivel de ajuste de la mascarilla. Esta medición es la más real y certera,” indica el investigador.
Después de evaluar las formas más comunes, se determina que el nivel de protección de las mascarillas quirúrgicas empleadas tal cual se adquieren ofrecen un nivel de protección del 32%.
En el caso de la combinación de mascarilla quirúrgica con una segunda mascarilla de tela con ajuste hacia la nuca, cabeza y con clip nasal metálico robusto- el nivel de protección se incrementa hasta un 74%.
Los respiradores KN95 de uso común con sujeción a las orejas, presentan una protección respiratoria del 75%, sin embargo la adición de ligas elastoméricas para ajuste a cabeza incrementa el nivel de protección hasta un 97%.
“Este es el único equipo hecho en el Perú que hace estas mediciones, puede ser utilizado por el personal de salud, trabajadores o para las compras que hace el Estado.
Uno importado está valorizado en un millón 200 mil soles, con este sistema demostramos que podemos desarrollar tecnología para el bienestar de la población, sin necesidad de importar,” finaliza el científico.